La anorexia mental es un trastorno que afecta con frecuencia a las jóvenes adolescentes. Sus síntomas son una serie de conductas destinadas a la pérdida de peso, con el consiguiente adelgazamiento, y en las etapas más avanzadas de la enfermedad, pérdida del apetito, desaparición de la menstruación (amenorrea), hiperactividad, alteraciones profundas de la nutrición, etc.

A pesar de las dificultades que la mayoría de los autores encuentran para clasificar esta enfermedad, parece cierto que la mayoría de los casos que se observan entre las adolescentes están estrechamente relacionadas con reacciones neuróticas ante las modificaciones del esquema corporal, cuya nueva imagen no es aceptada por las jóvenes. Los síntomas se acompañan de conductas histéricas y racionalizaciones obsesivas, que pretenden aportar verosimilitud a las conductas anoréxicas mediante pretextos como la obesidad. el cuidado de la línea o determinados trastornos digestivos. Un estudio más detenido de la enferma revela generalmente una radical represión de las pulsiones sexuales unidad una regresión a una posición de estrecha dependencia de la madre, junto con insensibilidad y ceguera ante su apariencia física: la extrema delgadez de la anoréxica no le impide encontrarse " demasiado gruesa " todavía, y ver los alimentos como objetos dañinos que ella desea expulsar de su cuerpo, recurriendo incluso al uso de laxantes o al vómito más o menos provocado.

El retraso por parte de la familia en percibir la gravedad del trastorno es una constante, abonada por la vehemencia de la joven en la exposición de sus pretextos racionales. La mayoría de los casos se presentan a consulta con una pérdida de peso del 25 e incluso del 30%. El tratamiento más adecuado es la separación momentánea de la familia y la hospitalización, que procurará restablecer un psicoterapia de apoyo para facilitar una progresiva aceptación de la sexualidad y de su propio esquema corporal. En los casos menos graves, este tratamiento basta para obtener una franca mejoría en un plazo no superior a los dos meses.

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