Desarrollo del lenguaje

A partir de los tres años, el lenguaje del niño se enriquece mucho su pronunciación mejora. Hacia los cinco años y medio ésta será prácticamente correcta. Conviene no estimular ni favorecer las pronunciaciones defectuosas del niño. Al contrario: se deben corregir con cariño, repitiéndole correctamente sus palabras equivocadas para que se dé ceta de cómo debe decirlas. Pero, si la mala pronunciación hace gracia a la familia, continuará la burla de sus compañeros de clase, y tendrá grandes dificultades e el aprendizaje de la lectura y a escritura.

El niño de esta edad habla mucho: todos sus razonamientos son verbales, pero los irá interiorizando poco a poco. Pregunta con mucha frecuencia, pero, a diferencia del periodo anterior, no hace preguntas cuya respuesta ya conoce.

Sus "¿por qué?" son interminables, quiera conocerlo todo y observar e las respuestas responden a sus sentimientos. A veces, sus preguntas sólo sirven para mantener el contacto con el adulto. Por esto es importante que se le conteste para que se sienta atendido.

A los cuatro años sus respuestas se complican. No le gusta repetir las cosas, pero puede mantener largas conversaciones donde mezcla a veces la fantasia con la realidad, llegando incluso a confundirse al final. Al principio de este periodo no sabe contar, pero habla tranquilamente de grandes cifras como si conociera s significado Sin embargo sólo adquiere el dominio de los primeras números y su valor a los seis años.

Los niños, dúrate este periodo, saben encontrar pretextos ("yo no puedo hacerlos porque mi mamá no me deja") que intentan justificar su miedo al fracaso en las tareas, que creen no saber hacer.

 

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