EL DESARROLLO INTELECTUAL
Sobre los 10 o 12 años se produce el último gran salto intelectual antes de la vida adulta, que se da antes en las chicas que en los chicos.
La diferencia fundamental entre la inteligencia escolar y la adolescente estriba en el gran desarrollo de la abstracción y la combinación de datos abstractos.
La lógica concreta del escolar deja paso a una lógica abstracta, con proposiciones universales y obtención de leyes generales, que le permite construir sistemas y teorías. Estos sistemas se derrumbarán por sí solos ante la primera autorrevisión o ante la realidad del mundo exterior. Pero a pesar de todo, esta lógica abstracta se convierte en la mejor arma intelectual del adolescente, y será una pieza clave para la adquisición de su seguridad personal. Aprenderá así a interpretar la experiencia de cada momento sin contradecirla.
En este periodo,la lógica y la reflexión se ven complementadas con el abundante uso de proposiciones hipotéticas, sometidas siempre a la autocrítica más rigurosa. Ello permite al muchacho estimularse a sí mismo en el proceso de su desarrollo intelectual.
En estas condiciones, el joven pone en tela de juicio el principio de autoridad y la afirmaciones tajantes. Cada información recibida es sometida al mismo tipo de crítica que sus construcciones mentales. De ahí la importancia, a esta edad, de los datos argumentados y estructurados y el manejo de lecturas e informaciones "científicas".
Por otra parte, la memoria y la curiosidad del periodo anterior adquieren ahora un sentido más racional y positivo. El adolescente ya no aprende la tabla de multiplicar "como un loro", sino que descubre todas las relaciones entre los diversos números que la forman y construye esa tabla cada vez que la debe utilizar.
Estos datos determinan una inteligencia muy similar a la del adulto.Pero convienen recordar que el proceso es lento y que continúan coexistiendo aspectos de inteligencia escolar con otros de inteligencia adolescente. Se considera normal, por tanto, que la inteligencia escolar predomine en un chico de doce años y siga subsistiendo a los quince años.